Es un proyecto familiar que nace en el año 2018 con el sueño de una pareja de migrantes venezolanos de crear un lugar que ofreciera diversos productos en las áreas de pastelería y panadería con la tradición del sabor artesanal.

Iniciamos nuestro sueño en la cocina de un pequeño departamento. Vendíamos a vecinos, amigos y algunos locales de venta cercanos que nos abrieron sus puertas repartiendo nuestros productos en una querida bicicleta.

Meses más tarde continuamos operando desde una casa donde formalizamos los temas de facturación, resolución SEREMI y patente bajo la modalidad de emprendimiento familiar, al tiempo que adquirimos nuestro primer furgón que nos permitió llegar a lugares donde antes no teníamos alcance.

Pronto el espacio quedó limitado y en 2020 asumimos el reto de empezar nuestra planta de producción en su primera etapa. Esto permitió un crecimiento del equipo de trabajo, una mayor capacidad de producción y alcance a nuevos clientes.

En 2021 finalizamos la segunda etapa de nuestra planta de producción y en 2022 abrimos nuestra primera tienda con una propuesta elegante y sobria de pastelería con terraza.